Tal como sucede con la totalidad de los locales de índole comercial, ningún dueño se encuentra exento de ser víctima de una clausura espontánea por asuntos impositivos. Después de todo, las leyes que versan sobre el asunto, y que rigen desde hace años en nuestro país, resultan muy claras al respecto.
En esta ocasión, la ha llegado el turno al sector de los hoteles alojamiento, establecimientos ligados a la recreación íntima y a los asuntos conyugales, famosos por recibir un enorme caudal de clientes todos los días. La AFIP, organismo encargado de administrar los ingresos públicos, llevó adelante un operativo de control sin previo aviso que arrojó resultados alarmantes.
De los 320 hoteles controlados dentro de un total de 19 provincias, 41 de ellos debieron ser clausurados a causa de no emitir comprobantes fiscales luego de las operaciones realizadas, por no contar con medios electrónicos de pago y por no habilitar la posibilidad de abonar con tarjeta de débito.
Uno de los sitios que ha sido clausurado y expuesto ante los medios es el hotel aero, ubicado en Corrientes, que contaba además con irregularidades en el registro de sus empleados. De más está decir que tanto la privacidad de los trabajadores como de la clientela fue respetada en todo momento.